Puente del siglo XVIII, su construcción está ligada a la de la carretera nacional, con motivo del gran impulso de las obras públicas durante el reinado de Carlos III. Aunque sus orígenes se encuentran en la vía romana de Astorga a Lugo y Betanzos, la declaración de camino real y la posterior construcción de la carretera radial fue vital para las comunicaciones de la mitad norte de Galicia y para el desarrollo de la comarca de Becerreá.